El tener un hijo te adentra a diario en lo desconocido. Se como un río. Siempre presente y siempre fluyendo...

El Cuerpo

El cuerpo es como la tierra. Es una tierra en si mismo...Y es tan vulnerable al exceso de edificarnos como cualquier paisaje, pues tambien está dividido en parcelas, aislado, sembrado de minas y privado de poder...No es facil reconvertir a la mujer "salvaje" mediante planes de remodelación. Para ella lo más importante no es cómo funciona sino cómo siente.

El pecho en todas sus formas desarrolla la función se sentir y alimentar. ¿Alimeta? ¿Siente? entonces es un buen pecho.

Las caderas son anchas y con razón, pues llevan dentro una satinada cuna de marfil para la nueva vida. Las caderas de una mujer son batangas para el cuerpo superior y el inferior; son pórticos, son un mullido cojín, asidero del amor, el lugar detrás del cual se pueden esconder los niños. Las piernas están destinadas a llevarnos y a veces a propulsarnos; son las poleas que nos ayudan a elevarnos, son un anillo para rodear al amante. No pueden ser demasiado esto o demasiado lo otro, son lo que son.

En los cuerpos no hay ningun "tiene que ser". Lo importante no es el tamaño, la forma o los años, y ni siquiera el hecho de tener un par de cada cosa, pues alguno no lo tienen. Lo importante desde el punto de vista "salvaje" es si el cuerpo siente, si tiene una buena conexión con el placer, con el corazón, con el alma, con lo salvaje ¿Es felíz y está alegre? ¿Puede moverse a su manera, bailar, menearse, oscilar, empujar? Es lo único que importa...


Extracto de "Mujeres que corren con lobos" de Clarisa Pinkola